
COMER LUZ
Actualizado: 3 nov 2020
Ayuno intermitente ó dieta 16-8 / significa ayunar durante 16 hrs y comer en un margen de 8 hrs solo tres comidas diarias (frutas y vegetales crudos o al vapor) Llevo mi tercer día de desafío que yo sola quise atravesar y la constancia y responsabilidad son las palabras–madre que hoy me atraviesan. Hay una ansiedad en mí, una vibración alta e incomoda en el cuerpo que está vinculada directamente a la comida. Esta ansiedad me dice que coma cuando no tengo hambre, y que cuando como, coma más que lo que el cuerpo está necesitando. La ansiedad me aleja de la necesidad del cuerpo y es por eso que decidí cambiar algunos hábitos durante esta experiencia. La ansiedad en mi caso y en muchos, se aloja en el estómago. Basta me dije. Tomo responsabilidad de los cambios que yo misma quiero generar y acciono. La experimentación del vacío físico a través de alimentos-luz me están regalando enfoque, confianza y luminosidad.
TODO LO QUE COMO ESTÁ TAN VIVO COMO YO
Nada se modifica en mí si yo no trabajo en la constancia de ese cambio. La constancia lleva tiempo y paciencia, paciencia de nosotrxs mismxs. Como mi campo físico está despejado de la sobre información, es tiempo ideal para meditar. Así es como nos acercamos a una vibración más alta, más abarcadora. Cuando dirigía mi mirada al entrecejo percibí como mis pensamientos vibraban, inquietos, se tambaleaban como una lamparita que está en falso contacto. Esta sensación me generó hasta un mareo fuerte. Entonces asumí que mi cabeza estaba acelerada y que debía aquietar mis pensamientos. ¿Cómo? Dejando de pensar en lo que voy a hacer luego y focalizar en el p r e s e n t e .Cosa que me cuesta mucho, porque nosé ustedes, pero yo estoy pensando todo el tiempo en el futuro próximo. El futuro próximo para mí es la actividad siguiente a lo que estoy haciendo ahora. Mi mente siempre está en esa actividad siguiente (en este momento estoy registrando como mi mente quiere dejar de escribir para ir a cocinar) y yo sigo acá, presente. Por eso escribo. Apoyé una mano suavemente en mis ojos y otra en mi coronilla. Cada vez que mi cabeza se iba, yo la traía a través de mis manos. Sentía como las manos iban calmando el movimiento energético. Bostezaba con ganas y seguía concentrada en el cuerpo, no en los pensamientos. Con esta experiencia compartida quiero dejarles un mensaje. La información está en nosotrxs, siempre. Este es un momento para conectarnos con nosotros, con el espacio y cuerpo que habitamos. Sonrío al saber que otras personas están aprovechando este momento para elevar la frecuencia de la vibración, así es como alimentamos E V O L U C I O N.
